Debutó en el mundo de la historieta en 1983, cuando se unió a la denominada "escuela gráfica salernitana", es decir un grupo de jóvenes autores de Campania que había fundado en Salerno la revista amateur Trumoon (entre ellos, Bruno Brindisi, Luigi Siniscalchi y Raffaele Della Monica).
Colaboró con Tilt, Boy Comics y otras revistas de la editorial Cioè.
Posteriormente, inició una colaboración con la editorial EPP, especializada en historietas eróticas, para luego dibujar historias publicadas en las revistas Splatter y Mostri de la Acme.
Paralelamente realizó historias para la revista L'Intrepido y la editorial BluePress.
Para la revista L'Eternauta ilustró Kor-One, con guion de Ade Capone.