No obstante, según los informes policiales de la época, Kitty continuó ejerciendo la prostitución tras llegar a Juneau, con Stroud como su proxeneta.
Los informes establecieron que Stroud golpeó a Von Dahmer de forma inconsciente y luego le disparó sin apuntar.
El crimen de Stroud fue tratado como un caso federal, ya que Alaska no tenía aún su propia jurisdicción por entonces.
En 1963 un joven abogado, que hizo campaña por John F. Kennedy en California, tomó la causa de Stroud para liberarlo.
También se reunió con altos funcionarios de la administración Kennedy que estaban estudiando el caso.
Mientras estaba en Hays, Stroud encontró tres gorriones heridos en el patio de la prisión y los recogió.
Poco después, la administración de Leavenworth cambió y pasó a ser dirigida por un nuevo director.
Al poco tiempo, las actividades de Stroud se convirtieron en un problema para la administración penitenciaria.
De acuerdo con las normas, cada carta enviada o recibida en la cárcel tenía que ser leída, copiada y aprobada.
Stroud estaba tan metido en su negocio que necesitaba una secretaria a tiempo completo.
Con el elevado número de animales que tenía, su celda estaba sucia y Stroud empezó a olvidar su propia higiene.
El clamor público resultante permitió a Stroud mantener sus animales y además añadirle una segunda celda, aunque también como consecuencia sus privilegios de envío y recepción de correspondencia se vieron muy mermados.
Sin embargo, Robert encontró un resquicio de la ley, por el cual podía permanecer en Kansas si estuviera casado allí.
En 1959, debido a su delicada salud, Stroud fue trasladado al Centro Médico Federal para los reclusos, en Springfield, Misuri.
Ella le ayudó con los procedimientos legales en muchas ocasiones, incluso con la gestión para obtener la simpatía del presidente sobre su hijo para revocar la pena de muerte.
Cuando se le preguntó a Palin qué pensaba de la película, él contestó, Fantasía.