En esta canción, Billie Joe habla acerca de que siempre ha querido ser aceptado por la gente a su alrededor y cuánto se sacrificaría por esta aceptación.
Este tema es especialmente importante en la adolescencia cuando estamos tratando de averiguar quiénes somos, cómo queremos encajar, encontrar amigos y pertenecer a algún lugar.
Billie Joe lamenta que tengamos que desempeñar un papel para ser aceptado por la gente que nos rodea, porque tendemos a cerrar los ojos al hecho de que realmente "somos todos iguales", hechos de la misma sangre, carne y huesos, Y todos "sentimos el mismo dolor".
[4] La canción formó parte de la varios conciertos desde el año 1990 hasta 1995.
La canción no se volvería a tocar hasta la última fecha del 21st Century Breakdown World Tour el 29 de octubre de 2010 en el Estadio Ricardo Saprissa Aymá de San José, Costa Rica.