Se sitúa dentro del parque nacional de Nikkō, al pie del monte Nantai.
Por su ubicación remota en las montañas, es un lugar atractivo para los monjes budistas que buscan la soledad.
Entre las principales edificaciones se encuentra el Sanbutsudō (三仏堂, 'Sanbutsudō'?)
En otro edificio, se ubica una extraña estatua de Amida montando una grulla gigante.
Junto con el santuario Futarasan y Nikkō Tōshō-gū, forma parte de los Santuarios y templos de Nikkō, considerados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.