En la orden se la considera beata, aunque su culto no ha sido confirmado por la Iglesia.
Se casó con el conde Raimundo de Clastres.
[2] En sus orígenes las monjas de la Orden Premonstratense estaban sujetas al Abad general de la Orden y sus monasterios eran mixtos, compuestos por hombres y mujeres, aunque estas vivían en un lugar reservado para ellas.
Fue a partir de 1945 cuando se dividieron en dos ramas independientes.
[1] Como muchos personajes de las órdenes antiguas, Ricuera ha recibido culto dentro de su Orden religiosa como beata, si bien, no se encuentra confirmado por la Iglesia universal.