En 1856, fue a Düsseldorf, donde estableció la Xylographische Kunstanstalt Brend’amour & Cie, un "instituto de arte", con varios asistentes.
Su negocio creció constantemente y en 1866 incorporó a su cuñado, Rudolf Goldenberg, para gestionar su administración financiera.
Sus ilustraciones para obras literarias le llevaron a un amplio reconocimiento fuera de Alemania.
Durante la década de 1870, añadió sucursales en Berlín, Leipzig, Braunschweig, Stuttgart y Múnich.
Su taller ayudó al desarrollo y diseminación de varias técnicas, como el semitono o chemograms.