Desde 2010, la denominación Ricciarelli di Siena está protegida como indicazione geografica tipica.
Su fabricación se efectúa en conventos y herboristerías: en el centro histórico de Siena, las antiguas tiendas de comestibles atestiguan, incluso actualmente, esta tradición con frescos pintados en sus techos y rótulos dorados, celebrando los ricciarelli, panforti y otros dulces elaborados típicamente en ellas.
Una primera referencia específica al término ricciarello aparece en una larga lista de pasteles toscanos de 1814 en el Ditirambo di S.B.
in onore del Caffè e dello Zucchero de Livorno, donde se alude a la lupa i ricciarelli (la lupa era una contrada de Siena).
Su color exterior es blanco con los bordes ligeramente dorados.