Como ajedrecista se formó en los torneos locales de Málaga.
En 1941 se mudó a Madrid y empezó a destacar en los círculos ajedrecísticos de la capital española como jugador combativo y autor de bellas partidas, algunas disputadas en las fases previas del campeonato de Castilla.
Estos libros alimentaron el renovado interés que hubo en España por el juego ciencia a partir de la aparición del niño prodigio Arturito Pomar y la frecuente presencia del campeón mundial Alekhine en el país.
[3] También se interesó como editor y autor en obras de literatura.
En 1949 editó la obra de Camilo José Cela, El gallego y su cuadrilla.