A los catorce años entró como aprendiz en el taller del escultor Antonio Sagarra Colomer en el que permaneció cuatro años; durante este tiempo también recibió las enseñanzas del escultor Lorenzo Cairó.
Al finalizar estos estudios se le concedió una Beca de la «Fundación Amigó Cuyás» para un viaje a París.
Desde su primera exposición individual realizada en Barcelona en 1963, participó en otras muchas tanto individuales como colectivas por diversas ciudades españolas, siendo las más numerosas las realizadas en su ciudad natal.
Sus obras de desnudo se clasifican inspiradas en el noucentismo catalán y siempre ha respetado el clasicismo en su elaboración.
Ha practicado diversos temas escultóricos desde las maternidades al retrato, como encargos públicos para edificios o parques.