Riada de Tenerife de 2010

Durante la tormenta, se estima que cayeron 187 litros por metro cuadrado en Santa Cruz de Tenerife,[1]​ en enclaves cercanos como San Cristóbal de La Laguna 270 litros en 24 horas y en Anaga 253 en 12 horas.El fango resultante dejó inoperativas carreteras y establecimientos comerciales paralizando parte de la actividad económica de la ciudad.Se produjo una caída en cadena de los grupos eléctricos de las dos centrales de la isla que produjo lo que técnicamente se conoce como un cero energético, es decir, un apagón total debido al desplome del suministro.Cinco horas después del apagón, se fue recuperando el suministro eléctrico.[3]​ Este apagón fue duramente criticado en el terreno político, debido a que se consideró inaceptable que se produjese un apagón total en una isla con más de 900.000 habitantes.