Están dotados de almohadillas adhesivas en sus patas lo que les permite trepar vides, ramas y otros obstáculos.
Son sexualmente maduros entre los 15 o 18 meses de edad y pesan aproximadamente 35 gramos.
Los colores que manifiestan pueden ser gris, beige, marrón, blanco, amarillo, naranja y rojo.
Sus patas no poseen mucha tracción como la de otros geckos y pueden llegar a caerse al saltar; mientras su piel se mantenga hidratada, pueden estirar sus cuerpos hasta tres veces su tamaño para alcanzar una rama o vid.
Los geckos gárgola deben estar dispuestos en hábitats que proporcionen altura y espacio para trepar, siendo bebés estos no deben estar en un área tan grande (máximo de 10 galones) ya que pueden tener problemas al hallar su comida.
Las plantas vivas o artificiales en combinación con madera y corteza proporcionarán la seguridad que estos geckos necesitan.
Son alimentados generalmente con una dieta en polvo mezclada con agua, tres veces a la semana, que proporcione especialmente vitamina D3 y calcio.