Se da en macizos graníticos así como en terrenos dominados por coladas de basalto y en estratos sedimentarios ya sean horizontales o plegados.
En zonas frías con nevadas el deshielo contribuye a la erosión del pie de la ladera.
[4][5] Sin embargo si la remoción de sedimento en su base disminuye significativamente estos accidentes pueden ir quedando soterrados por sus mismos derrubios haciendo un alto a cualquier retroceso en paralelo que haya habido antes.
Si está protegido por una roca de cubierta fuerte, o si contiene fracturas verticales, puede mantener su perfil empinado a medida que retrocede.
[7] Una roca de cubierta resistente a la erosión normalmente creará un acantilado relativamente alto, ya que se necesita más socavación para provocar su colapso.
Una roca de cubierta delgada dará lugar a acantilados bajos que retroceden rápidamente.
[9] La erosión puede ser causada por el mar si el escarpe corre a lo largo de una costa, o por arroyos en áreas húmedas.