Retrato del príncipe Baltasar Carlos
En su ausencia había nacido el primogénito de Felipe IV y según Francisco Pacheco se aguardó a su regreso para retratarlo, sin permitir que ningún otro pintor lo hiciese antes.[1] Aunque la anécdota no parece ser cierta, pues ya en octubre de 1630 se había enviado un retrato del heredero a Flandes,[2] Velázquez debió de ponerse inmediatamente a la tarea si, como piensa José López-Rey, el Retrato del príncipe Baltasar Carlos con un enano de Boston, con una inscripción antigua en la que se lee «Aetatis AN .../ MENS 4», fue pintado cuando el príncipe contaba un año y cuatro meses (febrero de 1631).[3] La indumentaria del príncipe en ambos se ha puesto en relación con la que vestía en aquella ocasión, según la descripción que de la ceremonia dejó el cronista León Pinelo: «Luego [iban] los infantes Carlos y Fernando llevando en medio al Príncipe por las mangas del vaquero, ceñida espada y daga con guarnición de oro y diamantes, sombrero negro i plumas de nácar, inmediatos al Rey nuestro señor».[4] Brown y Elliott piensan al contrario que el retrato pintado para conmemorar la ceremonia del juramento sería el Baltasar Carlos con un enano de Boston, en cuya inscripción faltaría un 2, retrasando a 1633 la ejecución del retrato de Londres.Subastado en la venta de los bienes del rey Luis Felipe en 1853, fue adquirido por lord Hertford.