Estas actividades tienen por objetivo restaurar el estado natural y el funcionamiento del sistema fluvial para promover la biodiversidad, recreación, gestión de crecidas y desarrollo del paisaje.
[2] Se busca generar un régimen fluvial similar al régimen que existía previo a la intervención del hombre en el pasado que lo degradó en primera instancia.
Para ello, se concentra el trabajo en regenerar sus componentes esenciales, tales como caudal, frecuencia, estacionalidad y variaciones estacionales de caudales y crecidas, presencia de sedimentos, espacio disponible para el establecimiento de una dinámica natural, conectividad con el medio hiporreico.
[12] Existen numerosos sistemas para clasificar las corrientes de acuerdo con su geomorfología.
[13] Esta evaluación preliminar ayuda a comprender la dinámica de la corriente y determinar la causa de la degradación observada que se abordará; también se puede usar para determinar el estado objetivo para el trabajo de restauración previsto, especialmente dado que el estado "natural" o no perturbado a veces ya no se puede lograr debido a varias restricciones.