Sin embargo, Chung-hee impuso finalmente el ansiado cambio,[1] que sometió a un plebiscito amañado en octubre, y pudo presentarse en 1971.
UU., el comunicado cambió ese argumento y se llamó al casus belli «virulento panorama internacional».
Esta constitución tenía un fuerte carácter autoritario, y permitió que Park mantuviese su poder de manera indefinida, pues poseía los siguientes elementos:[4] 1.
El Presidente podrá imponer medidas de emergencia en política interior y exterior, diplomacia, defensa, economía, hacienda y justicia, si el riesgo de catástrofe natural, crisis económica o fiscal, amenaza a la seguridad nacional o el interés general así lo exigieran.
En los casos previstos en el apartado anterior, el Presidente podrá suspender los derechos y libertades de los ciudadanos estipuladas en esta Constitución.
También podrá imponer medidas de emergencia que afecten a las potestades del Gobierno y los Tribunales.
Las medidas previstas en los apartados 1 y 2 no se someterán al control de los Tribunales.
A este nuevo proceso se le dio el nombre de Yushin (en coreano, “restauración” o “renovación”).
En la actualidad, a este período se le llama Dictadura o Régimen Yushin.
El Régimen Yushin fue rápidamente enfrentado por toda la oposición, tanto política como social (artistas, estudiantes, líderes religiosos…).
Sin embargo, esto no impidió que siguiese el enfrentamiento entre la sociedad civil y el presidente.
El siguiente decreto de emergencia permitió arrestar sin previo aviso a los violadores del primer decreto y encarcelarlos hasta 15 años, el siguiente eliminó los impuestos a las rentas más bajas, y el último prohibió una organización estudiantil por ser supuestamente subversiva y ordenó el cierre de los institutos a los que asistían los miembros.
Este régimen duró hasta 1987, cuando se eligió, por primera vez en veintiséis años, a Roh Tae-woo como presidente de manera democrática en elecciones libres y abiertas.