Ellos normalmente no se mantienen en armas y su principal función es estar a disposición de lucha de una nación cuando se movilice para una guerra total, en apoyo a una grave emergencia o en defensa contra una invasión.
[1] La existencia de fuerzas de reserva permite a una nación reducir sus gastos militares al tiempo que se mantiene una fuerza preparada para la guerra.
En otros países, como Taiwán, Corea del Sur e Israel, el servicio en la reserva es voluntario u obligatorio para ciertas personas un cierto número de años después de haber completado el servicio nacional.
En tiempos de guerra pueden ser usadas para proporcionar reemplazos a las pérdidas en el combate, permitiendo así que estos permanezcan en el campo de batalla por más tiempo.
También se pueden utilizar para formar nuevas unidades y formaciones para aumentar el ejército regular.