Rescate bancario español

A pesar de que el último garante del dinero concedido es el Estado y no los bancos (porque la normativa de los fondos europeos de rescate no se ha cambiado, como se apresuró a recordar el ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble: "España garantizará el préstamo y tendrá que devolverlo"),[12]​ el ministro Guindos se negó a llamarlo rescate."Es un préstamo en condiciones muy favorables, mejores que las del mercado", afirmó.[cita requerida] Se le impusieron a España 37 condiciones para acceder al rescate que, contrariamente a lo difundido entonces por el gobierno, iban más allá del sector bancario (32 condiciones para el sistema financiero y alguna más para la política fiscal)."[17]​ España se comprometió a "consultar previamente a la troika cualquier medida sobre el sector" no incluida en el memorándum — un duro contrato a la manera de Berlín y Bruselas con "severas condiciones" para el Estado, los bancos, accionistas, poseedores de deuda subordinada y de participaciones preferentes (consideradas activos tóxicos).Algunos medios internacionales calificaron el rescate bancario como "Rescate a España", bajo el argumento de que no había diferencias de partida sobre el rescate a Irlanda que también fue originado por un rescate a su banca[18]​[14]​ También se criticó que el rescate fuera a través de un crédito al Estado español —y no directamente al sector financiero— pudiendo aumentar de esa forma la deuda pública hasta diez puntos porcentuales del PIB.Sin embargo, se elogió la actuación relativamente temprana — a comparación de Grecia, Irlanda e Italia que se vieron cortados de los mercados financieros.