Según el cronograma planificado en la presentación, la energía será ingresado en 2009 progresivamente al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), [1] Posteriormente serían diez unidades generadoras modelo Kaplan de 216 MW, fabricadas por la empresa argentina IMPSA (que solo instalaron dos, las otras ocho turbinas aún se encuentran en Argentina para junio de 2019)[3] se creía que el proyecto comenzaría a operar entre 2012 y 2014.
En el año 2013 se hizo una auditoría de la obra, el informe resultó nefasto por las diferentes fallas que presentaba la obra, para ese año se determinó también la variación del presupuesto del proyecto así como el alargamiento en tiempo para la entrega final.
[7] El asesor externo de la empresa brasileña Odebrecht y representante del Consorcio OIV, no pudo explicar satisfactoriamente a los diputados de la Asamblea Nacional, cómo es que el proyecto tiene cuatro años de retraso cuando se le interpeló en el 2016 por lo que fue declarada responsabilidad política a siete exministros de energía eléctrica: Rafael Ramírez Carreño; Alí Rodríguez Araque; Jesse Chacón; Argenis Chávez; Nervis Villalobos, y Javier Alvarado.
[8] En diciembre de 2018 la empresa IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima) reinicia negociaciones en Argentina con un nuevo control accionario diferente(65% acciones del BID, Banco de la Nación, Bonistas y 35% Fam Pescarmona).
Las obras durarían 18 meses y costarían $ 30 millones, pero aún no hay confirmación de una oferta en firme.