República de Mahabad

La URSS se mostró ambivalente con respecto a la administración kurda en el noroeste de Irán.

El Ejército Rojo no mantenía guarnición alguna cerca de Mahabad, y tampoco tuvieron ningún funcionario civil con suficiente capacidad para ejercer influencia sobre los nacionalistas kurdos.

Los países limítrofes como Irak y Turquía eran abiertamente hostiles a una penetración militar soviética y más hostiles aún a la presencia de un Estado kurdo, por lo que la República de Mahabad no podría contar con su ayuda.

Para colmo, la ayuda económica y militar de la Unión Soviética desapareció por completo apenas se retiraron las últimas fuerzas del Ejército Rojo y las tribus kurdas no encontraron razones para apoyar a Qazi Muhammad.

De hecho, algunas tribus kurdas comenzaron a emigrar hacia el Azerbaiyán Oriental desde mediados de 1946; para esa fecha el diplomático estadounidense Archibald Roosevelt, que visitaba Mahabad, concluyó que la administración kurda no sobreviviría mucho tiempo sin el apoyo soviético en armas y suministros.

Ese mismo día fuerzas iraníes entraron en el territorio de la República de Mahabad y aplastaron rápidamente la debilitada resistencia kurda, ocupando toda la región en pocos días.

Una vez asegurada su posición, el gobierno iraní ordenó clausurar la prensa kurda, prohibir la enseñanza del idioma kurdo y se dispuso quemar todos los libros en ese idioma que pudieran encontrarse.