En dicha unidad consiguió dos derribos confirmados de aviones alemanes.
En julio, Fonck superó la cifra del mítico Georges Guynemer con 53 victorias confirmadas, aunque Guymener realmente fuera sinónimo de héroe nacional.
Una vez acabada la guerra, Fonck persuadió a Igor Sikorsky para que diseñara el S-35 para optar al premio de Raymond Orteig al primer aviador que fuese capaz de viajar de Nueva York a París.
Pero su amistad con Hermann Göring antes de la guerra, supuso una mancha en la reputación de Fonck, lo que provocó que permaneciera en París, donde murió a los 59 años.
Fonck escribió sus memorias bajo el título de Mes Combats.