Sólo existen unos pocos en funcionamiento, la mayoría diseñados y construidos por el relojero canadiense Raymond Saunders para su exhibición en espacios públicos.
Los relojes de vapor construidos por Saunders se hallan en Otaru, Japón; Indianápolis, EUA; y las ciudades canadienses de Vancouver, y Port Coquitlam, ambas en Columbia Británica.
Aunque habitualmente se les ha dado un aspecto de antigüedades del siglo XIX, los relojes de vapor son fenómenos recientes inspirados por el construido por Saunders en 1977 en Gastown, Vancouver.
El establecimiento tuvo tanto éxito que llegó a convertirse en un music hall en 1880.
Movido por vapor y varios motores eléctricos, el reloj muestra la hora en cuatro esferas y anuncia los cuartos con un silbato que toca los Cuartos de Westminster.