Los fenicios no tuvieron nunca el concepto de un dios único, una deidad suprema.
Estas divinidades son principalmente El, Baal, Yam, Anat, Aleyin, Muth, Astarté y Melkart.
Como segundo dios más importante se encuentra Baal, que se consideraba el rey de los dioses y que había conquistado su puesto al atacar a El en el monte Sapan.
Pero otras veces, el calor era excesivo y se invocaba a Muth contra la sequía.
Fue asimilada a Istar (diosa del cielo sumeria), Isis, Afrodita, Hera, Cibeles y Juno Caelestis.
Se la representaba como diosa que amamanta a un niño o mujer desnuda apretándose los senos.
Baal Hammon era el principal dios fenicio adorado en la colonia de Cartago, generalmente identificado por los griegos como Crono y por los romanos como Saturno.
Baal significa "señor", sin embargo, el significado de hammon es incierto, siendo posible su origen en Amón "El oculto", símbolo del poder creador y "Padre de todos los vientos" en la mitología egipcia.
Era equivalente a la diosa fenicia Astarté, diosa de la fecundidad, cuyo culto incluía la prostitución llamada hierogamia, que consistía en prostituirse en un templo simulando la unión con la deidad con fines religiosos destinados a la fertilidad.