Relaciones Argentina-Estados Unidos

Nunca ha habido una amenaza de guerra[1]​ El informe que John Murray Forbes entregara a John Quincy Adams, —el sexto presidente de los Estados Unidos— en 1824, mencionó que Gran Bretaña tenía una gran influencia en las políticas económicas del país: el gobierno en Buenos Aires estaba tan deseoso de estar en buenos términos con Gran Bretaña que la mayoría de sus instituciones oficiales (como el banco) estaban bajo el control de Gran Bretaña, y que Gran Bretaña ejercía de hecho un control sobre la economía argentina similar al que tenía sobre sus propias colonias, sin que esta situación le demandara costos financieros, civiles y militares.

[2]​ La falta de una flota mercante argentina dio a Gran Bretaña el control del comercio marítimo.

Este mismo ataque terminó con culminar en la ocupación británica de las Islas Malvinas en 1833.

Finalmente Voorhees sería enjuiciado por piratería y habría un saludo de 8 cañonazos a la bandera argentina.

Sin embargo se deseaba la estabilidad en la región para un comercio más estable y proteger las inversiones estadounidenses.

[cita requerida] Argentina se integró en la economía internacional británica a finales del siglo XIX; había un comercio mínimo con los Estados Unidos.

Sin embargo, como un neutral próspero amplió enormemente el comercio con los Estados Unidos durante la guerra y exportó la carne y la lana a los aliados a través de Gran Bretaña.

[5]​[6]​ La política exterior estadounidense trabajó para unir a toda América Latina en una coalición contra Alemania.

Algunos historiadores, ahora, coinciden en que la supuesta afinidad entre Alemania y Argentina en la Primera Guerra Mundial fue «exagerada».

[8]​ En 1976, grupos de derechos humanos en Estados Unidos denunciaban la «Guerra Sucia» contra los disidentes izquierdistas por el régimen militar represivo en Argentina.

[12]​ Argentina se volvió en gran parte a Israel para vender armas.

Por ejemplo, el Batallón de Inteligencia 601 entrenó a Contras en la base Lepaterique, en Honduras.

Ante esta terminante posición, Reagan solo preguntó por los habitantes de las islas a lo que el dictador argentino respondió que los malvinenses eran libres de quedarse o irse viviendo como argentinos o británicos.

Luego de la llamada Reagan envió un mensaje a Thatcher afirmando su compromiso y apoyándola en el conflicto.

El accionar argentino fue condenado por los Estados Unidos en la Resolución 502 de la ONU, que apoyaron formalmente al gobierno británico (brindándole armas como el suministro de potentes misiles Sidewinder, para contrarrestar a los misiles Exocets e información satelital lo que le daba una ventaja estratégica al Reino Unido) en su búsqueda para recuperar el control sobre las islas y enunció sanciones económicas en contra de Argentina.

[cita requerida] El gobierno estadounidense envió el 8 de abril al secretario de estado Alexander Haig (que recién se reunirían con el presidente argentino el 10 de abril, acompañado con Vernon Walters) para advertirle a Galtieri sobre que probablemente habría guerra y las fuerzas británicas ganarían por superioridad.

El embajador británico ante las Naciones Unidas, Sir John Thomson, calificó a la resolución de «inoportuna y desconsiderada» Los Estados Unidos tienen una relación bilateral con la Argentina basada en muchos intereses estratégicos comunes, como la no proliferación, la guerra contra el narcotráfico, la lucha contra el tráfico de seres humanos.

En la reunión también se plantearon las diferencias frente a la posición de ambos países ante la situación en Honduras.

[17]​ En 2011 Obama respondió a fin de ese año que se han acercando aún más los vínculos entre ambos países.

[19]​ En 2025 en su despedida del país el embajador Marc Stanley al opinar sobre la situación política argentina declaró que[20]​ En 2015 hubo una clara orientación hacia el alineamiento con Estados Unidos y organismos supranacionales como la OMC, en detrimento de alianzas regionales como la UNASUR.

[21]​ La política exterior enfocada casi exclusivamente en el mercado norteamericano ha sido calificada como «exitosa "en el juego corto"» por el ex vicecanciller Andrés Cisneros (1992-1996), quien señaló que «Hay un riesgo: el de hipotecar toda la política exterior en nombre de una facturación hipotéticamente un poco mayor.

Los funcionarios políticos, económicos y científicos se ocupan directamente del Gobierno argentino para promover los intereses de los Estados Unidos, pero también están disponibles para informar a los ciudadanos de los Estados Unidos sobre las condiciones generales en el país.

UU., El Servicio Comercial Extranjero y El Servicio Agrícola Extranjero trabajan en estrecha colaboración con cientos de empresas estadounidenses que hacen negocios en Argentina, proporcionando información sobre las regulaciones del comercio y la industria argentina y ayudando a empresas estadounidenses que inician o mantienen negocios en Argentina.

Presidente argentino Arturo Frondizi y presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower en Bariloche , 1959.
el presidente argentino de facto Jorge Rafael Videla y el presidente estadounidense Jimmy Carter en 1977
Menem y Clinton en el Salón Oval
Mauricio Macri , entonces presidente argentino, junto a Donald Trump , actual presidente de los Estados Unidos .