La relación céltico-algonquina es una teoría científica, calificada hoy día como obsoleta, surgida a mediados del siglo XIX, y que proponía que las lenguas celtas tenían cierta relación filológica con las de los algonquinos, y que daba pie para asegurar que se habrían producido contactos entre pueblos celtas y entre indígenas norteamericanos en épocas remotas.
Hoy en día se considera esta teoría como falta de fundamento.
Se aduce que la sola similitud entre algunas palabras aisladas entre dos lenguas de diverso origen no basta para probar una relación filológica.
Por ejemplo, podría hallarse una similitud entre el vocablo quechua llama y la voz hebrea gamal (camello), siendo claro que no hay ninguna relación entre ambas.
[2] Existen otras explicaciones, como la coexistencia en América del Norte entre indígenas y españoles que derivó en el algonquino-vasco.