El reino fue fundado por el rey Rama I (Phra Phutthayotfa Chulalok) de la dinastía Chakri.
La primera mitad de este período se caracterizó por la consolidación del poder del reino y fue interrumpida por conflictos periódicos con Birmania, Vietnam y Laos.
El segundo período fue uno de los compromisos con los poderes coloniales de Gran Bretaña y Francia, en los que Siam logró seguir siendo la única nación del sudeste asiático que mantuvo su independencia.
Internamente, el reino se convirtió en un estado nacional centralizado moderno con fronteras definidas por sus interacciones con las potencias occidentales.
Se logró un progreso económico y social significativo, marcado por un aumento en el comercio exterior, la abolición de la esclavitud y la expansión de la educación formal a la clase media emergente.