Regla de la abstinencia

Se sostiene que su importancia es central y se justifica fundamentalmente por dos razones: La regla de la abstinencia es por una parte, una consecuencia concreta y lógica de la neutralidad que esta técnica exige como actitud del analista y por otra, un requisito natural de la interpretación.

La regla establece así las condiciones del encuadre y sirve de protección a la situación analítica.

Desde un comienzo, sin embargo, Freud deja en claro que no se trata simplemente de no dar respuesta física a las demandas amorosas, a veces abiertamente sexuales o erotizadas de un paciente, sino que se trata de no entregar ningún tipo de satisfacción.

En el contexto del 5.º Congreso de Psicoanálisis celebrado en 1918 en Budapest, Sandor Ferenczi expuso una concepción técnica acerca de la manera en que debía comportarse el analista durante la cura.

En particular, su tema era buscar formas técnicas en que el analista pudiera lograr mejor su cometido de no satisfacer al paciente, también en los espacios "no analíticos" o fuera de setting (por ejemplo las conversaciones antes y después de la sesión).