Regla de Emery

En 1909, el entomólogo italiano Carlo Emery percibió que los parásitos sociales entre insectos (por ejemplo, cleptoparásitos) tendían a ser parásitos de especies o géneros con los que estaba emparentado.

[1]​[2]​ Con el paso del tiempo, esta conducta se ha podido observar en muchos otros casos, y se ha generalizado en lo que se conoce como regla de Emery.

[1]​ Este comportamiento es bien conocido en varios taxones de Hymenoptera, por ejemplo, la avispa social Dolichovespula adulterina parasita a otros miembros de su género, como Dolichovespula norwegica y Dolichovespula arenaria.

[3]​[4]​ La regla de Emery no solo puede aplicarse a animales, sino también a hongos, algas rojas y al muérdago.

El significado y la relevancia general de esta conducta son aun hoy motivo de debate, ya que existen numerosas excepciones, aunque una explicación común para los casos en que se da es que los parásitos podrían haber comenzado como parásitos facultativos dentro de su propia especie, como parasitismo intraespecífico,[5]​ pero que después se separaron reproductivamente y dieron lugar a especiación simpátrica.