Fue establecida por Carl Bergmann en 1847, señalando que las especies politípicas de animales homeotermos, las subespecies o razas geográficas tienen mayor tamaño cuanto más baja sea la temperatura media del ambiente en que viven.
La regla de Bergmann se ha experimentado en insectos, moluscos, que son animales heterotermos, comprobándose en muchos casos su predicción y en otros no.
En especies de tamaño grande, la distancia entre el ambiente y el centro del espécimen tiene que ser mantenido 37 °C.
La regla de Bergmann pone en correlación la temperatura medioambiental con la masa del cuerpo.
En el caso de los ciervos blancos son más grandes en Canadá que en Florida.