Dentro de los factores variables que caracterizan el registro lingüístico están: Los registros lingüísticos se ordenan de acuerdo con los siguientes factores principales o variables contextuales: La formalidad de una situación tiene que ver con el hecho de que en ella se permita un uso más creativo o abierto de la lengua o que, por el contrario, se recurra predominantemente a "fórmulas" o "guiones" específicos, considerados adecuados para esa situación.
Derivado del registro lingüístico informal, está también el lenguaje vulgar, caracterizado por su pobreza léxica, su uso incorrecto de la lengua y el empleo de elementos lingüísticos rudimentarios.
Cuando la audiencia destinataria de un discurso o texto está formada por personas cuyo nexo común es una actividad especializada o una actividad profesional específica, es frecuente el uso de un léxico específico.
[1] Para crearlos, este realiza determinadas elecciones lingüísticas controlando sus emisiones.
[1] En el extremo opuesto se sitúan los registros altamente informales o íntimos, que imponen escasas restricciones lingüísticas.