[2] Algunas presentaciones a la investigación oficial sugirieron un mayor número de muertes.
Posteriormente, Dyer fue retirado del servicio y ampliamente condenado tanto en Gran Bretaña como en la India, pero se convirtió en un célebre héroe entre algunos relacionados con el Raj británico.
[17] La población europea en el Punyab en 1919 temía que los indios derrocaran al dominio británico.
Aunque abogaba por la resistencia pasiva no violenta le fue impedido hablar en público.
Las muchedumbres se juntaron en todos los sitios públicos para exigir la liberación de los dos hombres.
Incapaces de hacer retroceder a la multitud, los soldados abrieron fuego en un puente sobre la vía férrea, causando varias muertes.
Marcella Sherwood, que supervisaba la Mission Day School for Girls recorría en su bicicleta la ciudad para cerrar sus escuelas cuando fue agredida por la muchedumbre en la estrecha calle Kucha Kurrichhan y resultó golpeada.
Fue rescatada por indios locales que la escondieron de la muchedumbre y la trasladaron a la fortaleza.
[19] De vez en cuando, Dyer «comprobaba el fuego y lo dirigía sobre los sitios donde la muchedumbre era más apretada»[18] Hizo esto no porque la muchedumbre fuera lenta en dispersarse, sino porque él «había decidido castigarlos por haberse reunido allí».
[25] El doctor Smith, un cirujano civil británico en Amritsar, calculó más de 1800 muertos.
Las cifras reales fueron deliberadamente suprimidas por el gobierno de ocupación británico por motivos políticos.
La orden no se extendió a la noche debido al toque de queda.
No se hicieron excepciones con médicos ni proveedores, causando que los enfermos quedaran desatendidos.
«El general Dyer pensó que él había aplastado la rebelión y Michael O’Dwyer era de la misma opinión pero no había ninguna rebelión que requiriese ser aplastada».
Este incidente enfureció tanto al galardonado premio Nobel Rabindranath Tagore que renunció a su título de caballero en protesta.
[37] The Morning Post curiosamente culpó a Edwin Samuel Montagu, secretario de Estado de la India, y no al general por la masacre y pidió su procesamiento legal.
Montagu, por otro lado, en una larga carta al virrey, culpó a Michael O’Dwyer y afirmó: «Siento que O’Dwyer representa un régimen que está condenado».
El general Dyer por su parte vivía ajeno a los acontecimientos de los que era responsable.