1] La consulta se llevó a cabo con la seguridad pública militarizada, bajo censura y con propaganda política en favor del orden y de la obediencia.
[2][3] El derecho al voto para las mujeres fue reconocido expresamente en 1931, pero en condiciones más restrictas que las previstas para los hombres.
Del mismo modo establecía la elección de los diputados a la Asamblea Nacional por sufragio directo, pero no hacía ninguna referencia en cuanto a la formación de partidos políticos.
La nueva Constitución garantizaba la libertad religiosa y la separación de Iglesia y Estado, pero prohibía los cultos «incompatibles con la vida, la integridad física humana o las buenas costumbres».
Prohibía asimismo la elección a la presidencia de familiares próximos de la familia real y dedicaba una atención especial a los asuntos relacionados con las colonias, las familias, las finanzas públicas y la defensa nacional, entre otros.