Una reestructuración financiera se distingue de la reestructuración operativa y corresponde a una reestructuración de los pasivos financieros de la compañía y principalmente de sus deudas.
El origen proviene de dificultades financieras que pueden ser de naturaleza muy variada.
[1] Las reestructuraciones financieras dependen de la situación de la empresa : La reestructuración financiera puede requerir una contribución de dinero fresco para garantizar la sostenibilidad del negocio, lo que complica enormemente la situación (quién lo aporta y en qué términos y condiciones).
La reestructuración financiera puede llevarse a cabo de forma consensuada (mediante acuerdo de los distintos interesados) o no.
Francia ofrece un marco administrativo específico,[3] que no está exento de críticas (especialmente por las comparaciones internacionales).