[2] Esta información es vital para enfrentarse a desafíos globales como la seguridad alimentaria y el cambio climático.
[8] Este Plan de Acción Mundial identifica 27 prioridades estratégicas agrupadas en 4 áreas: 1) mejorar la disponibilidad y el acceso a la información sobre los recursos genéticos forestales; 2) conservación de los recursos genéticos forestales (in situ y ex situ); 3) uso sostenible, desarrollo y gestión de los recursos genéticos forestales; 4) políticas, instituciones y capacitación.
Aunque este es un campo con muchas incertidumbres, es evidente que durante los próximos 50 a 100 años los cambios climáticos tendrán un efecto en la distribución de las especies y poblaciones forestales y la composición de los bosques.
La diversidad de los recursos genéticos forestales permite que una especie (o una población) se adapte a los cambios climáticos y los desafíos futuros relacionados, como los cambios de temperatura, la sequía, las plagas, las enfermedades y los incendios forestales.
[9] Aunque los árboles forestales son conocidos por mostrar una gran plasticidad en su respuesta a los cambios climáticos,[10] no todas las especies son naturalmente capaces de adaptarse al ritmo necesario.