La expresión, originada en Wall Street, deriva de la idea de que "incluso un gato muerto rebota si cae desde una gran altura".
[1] Popularmente, también se aplica a los casos en los que un sujeto experimenta un breve resurgimiento durante o después de un severo declive.
[2] Los periodistas del Financial Times Horace Brag y Wong Sulong señalaron que la subida del mercado era "lo que llamamos un rebote del gato muerto".
Las economías de Singapur y Malasia siguieron cayendo después de dicha declaración, aunque ambas se recuperaron en los años siguientes.
[3][4] La expresión también se utiliza en ámbitos políticos para referirse a un candidato o un político que muestra un pequeño repunte positivo en su aprobación después de un acusado y rápido deterioro.