Inicialmente, el real colonial español y el real español circularon a la misma tasa de cambio conjuntamente sin distinciones.
En 1842, Costa Rica dio a conocer su primeras monedas de 1/2 real y un escudo.
A estas numismas se sumaron, en 1847, las piezas de 1 real.
En 1850, cuando las primeras monedas del peso costarricense fueron emitidas, fueron acuñadas monedas de oro valuadas en 1/2, 1 y 2 escudos.
Las últimas monedas denominados en reales se emitieron en 1850, mientras que las monedas de escudos se pusieron en circulación hasta 1864.