La Real Fábrica de Abanicos de Valencia (España) fue una manufactura real, dedicada a la producción de abanicos.
Fundada en el siglo XVIII, le fue concedido en 1797 a Josef Erans y Nicolau el privilegio de ostentar el escudo real en la fábrica.
[1][2] Con esta denominación aparece en una relación de las fiestas que la ciudad de Valencia celebró en 1802,[3] con motivo de la visita de Carlos IV de España y María Luisa de Parma.
Estaba instalada en la plaza de Cajeros.
[4] "Como Real fábrica mantuvo su actividad durante más de 20 años"[5][6] y fue posiblemente el origen de una importante industria abaniquera en la provincia, regulada por el gremio de abaniqueros creado a principios del siglo XIX, que aún perdura en la actualidad.