Es una de las tres academias lingüísticas españolas en países donde el español no tiene estatus oficial a nivel federal, siendo las otras la Academia Norteamericana de la Lengua Española, en los Estados Unidos y la Academia Nacional del Judeoespañol, en Israel.
[1] Está constituida por un grupo de académicos, profesores, filólogos, periodistas y escritores reconocidos en el idioma español.
Su fundación supuso la evidente posición superior del idioma español en las Filipinas por sobre otros idiomas, como el inglés, a pesar de la creciente influencia cultural de los Estados Unidos en la época.
Su hija, Evangelina Guerrero, también poetisa, sería más tarde la primera mujer a quien se le ofreciera la condecoración en el ámbito de todas las academias hispánicas de la lengua, al que renunció por entender que este más bien constituía un homenaje al difunto padre y fundador.
Durante dicha visita, donde también presidió una reunión de la junta directiva de la Academia, remarcó que la Academia ha fungido como un "faro del español" en el país.