Esta especie fue descrita originalmente en el año 1846 por el zoólogo francés Achille Valenciennes, con el nombre científico de Purpura venosa.
[11] Desde allí, y gracias a su notable capacidad adaptativa para prosperar en zonas con amplias variaciones ambientales, logró establecerse en todos los fondos fangosos de las franjas mixohalinas submareales.
Una vez que este caracol logra asentarse en una nueva zona es virtualmente imposible eliminar el foco.
[12] Se han propuesto diferentes métodos de control para paliar sus daños, disminuyendo su población.
Una posibilidad es su aprovechamiento comercial por pescadores artesanales locales los que podrían colectarlos utilizando trampas para gasterópodos, empleando como carnada a bivalvos vivos.