Fue descrito por vez primera por A. Leymérie en 1859[1] y debe su nombre al lugar de su descubrimiento, la mina Le Rancié (Midi-Pyrénées, Francia).
[2][3] La rancieíta es un mineral opaco —transparente en fragmentos finos—, de color pardo violeta, negro o gris plateado, y brillo metálico.
[4] Es miembro del grupo mineralógico de la birnessita, siendo isoestructural con este mineral y también con la takanelita; con esta última especie forma la serie rancieíta-takanelita.
Por otra parte, la rancieíta puede ser confundida con la todorokita, si bien ambos minerales pueden distinguirse mediante difracción de rayos X.
[2] La rancieíta se presenta formando agregados de laminares a policristalinos; también puede aparecer en estalactitas e incrustaciones.