Era un rico propietario influyente en la cadena montañosa de las Guillerías y el Montseny.
[1] Adherido a la causa de Carlos VII, sirvió en la tercera guerra carlista, en la que mandó el segundo batallón de Gerona y llegó a ascender a Teniente Coronel.
En ambas acciones apenas intervino Savalls más que como testigo presencial, pero como era el jefe de la columna, para él fue toda la gloria.
[4] Terminada la guerra, se exilió con Savalls en Niza, pero según un periódico de Barcelona, no guardaba buenas relaciones con él y regresó a España en 1877.
[5] Siguió defendiendo la causa tradicionalista y entre 1889 y 1892 fue colaborador en Barcelona de la revista El Estandarte Real, dirigida por Francisco de Paula Oller.