Comenzó como profesional del dibujo en un taller de decoración en donde diseña formas y ornamentos que luego son tallados sobre cristal por artesanos especializados y por él mismo.
Curiosamente, sus primeros escarcéos en el mundo del cómic en Francia son pasados a tinta por otro dibujante de técnica tremendamente descuidada, aunque con mucho carácter: Florencio Clavé.
En 1967 se recluye junto con Carlos Gímenez, Luis García, Esteban Maroto, Suso Peña y Adolfo Usero en una aislada casa detrás del monte Tibidabo dando lugar al ya famoso Grupo de la Floresta.
Pero el espaldarazo de la popularidad le llegó a través de sus intervenciones en revistas como Vampirella (donde crea el personaje Fleur) Eerie y Creepy, cuyas versiones españolas (Vampus, Rufus) lo dan a conocer en su propio país.
Editorial, en páginas centrales, de la revista Creepy n.º 9, dedicado al autor.