es un tipo de entretenimiento japonés basado en monólogos humorísticos, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.
Es un tipo de espectáculo que se desarrolló durante la era Edo (1603-1867) y ha mantenido su popularidad hasta hoy en día.
Un rakugoka (artista de rakugo) ataviado con un kimono se sienta sobre el kouza (estrado) y cuenta historias divertidas, adoptando roles tanto masculinos como femeninos.
La historia se caracteriza por un ochi (final ingenioso) que sirve para concluir la función con éxito.
Los rakugokas interpretan a varios personajes en sus monólogos utilizando la expresión corporal y las manos.