Fue fundada en San Petersburgo por Pedro el Grande en 1721 como la Fábrica de Peterhof, e inicialmente se especializó en joyería y en la talla de piedras preciosas.
Durante la Segunda Guerra Mundial la mayor parte de la maquinaria y empleados se trasladaron a nuevas instalaciones en los montes Urales para alejarlos del avance alemán.
La marca Raketa se lanzó en 1961 coincidiendo con el primer vuelo tripulado al espacio de Yuri Gagarin.
En 2009, el consorcio Duraine adquirió la fábrica (incluyendo la marca) e incrementó la producción.
Ese mismo año, las instalaciones (consideradas inaccesibles durante la era soviética) se abrieron al público con cita previa.