Por motivos económicos debió interrumpir sus estudios en Tiflis y ayudar a su padre, comerciante.
Así, visitó Mush, Van y otras ciudades armenias que estaban bajo dominio turco, completando sus estudios como autodidacto.
En 1860 colaboró con el periódico Hiusisapayl ("Aurora Boreal"), que se publicaba en Moscú.
En los años siguientes aparecen sus novelas Djelaleddín (1878), El gallo de oro (1879), El Visionario (1880), Chispas (1880), David Bek (Davit-Bek, 1881) y Memorias del Hurtacruz (1882).
En 1884 dirigió brevemente el diario Mshag, junto con Krikor Artzuní, pero pronto lo dejó y comenzó a colaborar con el semanario Artzakank ("Eco"), donde apareció su novela histórica Samuel.