Noble de nacimiento, pues tanto su padre, Giovanni, como su madre, Carolina, eran barones.
En cuanto a su trayectoria científica e investigadora, estudió la literatura jurídica de países como Francia y especialmente, Alemania.
Se adhirió a los principios de la escuela criminal positiva italiana, fundada por Cesare Lombroso.
No obstante, y a diferencia de éste, que enfocaba sus estudios hacia los condicionantes fisiológicos que motivaban a los criminales; y de Enrico Ferri, que daba más importancia a los factores económicos y educativos; Garófalo entendía que la criminalidad se debía abordar igualmente desde una perspectiva psicológica y antropológica.
Defendía, de este modo, que la única forma de evitar el delito era eliminando los factores externos que dan pie a delinquir, estableciendo una relación causa-efecto entre circunstancias y criminalidad y dejando al margen el libre albedrío.