Rafael Manzano Bazán
En su juventud colaboró en la construcción del submarino Peral en el Arsenal de la Carraca, aportó soluciones técnicas para la flotabilidad del invento y participó activamente en la primera prueba de inmersión junto a Isaac Peral.En ella se realizaron piezas de todo tipo, como estructuras para edificios, mobiliario urbano o boyas para transatlánticos.En los talleres de Manzano también tuvo lugar una notable construcción naval.Este hecho, forzado por el cierre del astillero gaditano en 1904, llamó la atención de la prensa nacional, que dedicó portadas a la iniciativa como símbolo de audacia y resistencia frente a la crisis económica y política que sufría España a comienzos de siglo XX.En 1947 la empresa creada por Manzano pasó a denominarse Talleres Vigorito y siguió funcionando hasta 1980, fecha en la que se descubrió bajo sus cimientos el Teatro Romano de Cádiz.