También se puede utilizar como tratamiento paliativo para aliviar los síntomas de los pacientes con un cáncer incurable.
En algunos países (no en Estados Unidos), el oncólogo clínico es el único que domina la radioterapia y la quimioterapia.
Tras finalizar esta formación, un radioncólogo puede obtener una certificación de la American Board of Radiology (ABR).
Para obtener la certificación de la ABR hay que realizar dos exámenes escritos y un examen práctico oral.
En el Reino Unido, los oncólogos clínicos trabajan con radioterapia y también están plenamente capacitados para administrar quimioterapia.
Durante este tiempo, el residente debe pasar el examen FRCR para poder registrarse como especialista en oncología clínica.
Aunque están capacitados para administrar quimioterapia, los radioncólogos de Australia y Nueva Zelanda rara vez la prescriben.