La onda es transmitida por una "guía de ondas" a una antena parabólica, y hacia el blanco.
Esta fórmula asume que el haz es simétricamente circular, "r" es mucho mayor que "h" sobre "r" tomado al inicio o al final del pulso es prácticamente lo mismo, y la forma del volumen es un cono tronco de profundidad "h".
Comparando los datos viniendo de diferentes distancias al radar, se las ha normalizado con esta relación.
Entre cada pulso, la antena se comporta como receptor para recibir el retorno del blanco.
National Doppler Radar usa la siguiente escala para los diferentes niveles de reflectividad:[1] Los retornos fuertes (rojo o magenta) pueden indicar no solo lluvia pesada, sino también tormentas, granizo, vientos fuertes, o tornados, pero se requerirá una cuidadosa interpretación, por razones descritas más adelante en este artículo.
La intensidad de pulsos sucesivamente retornando del mismo volumen escaneado donde los blancos tienen un ligerísimo movimiento es:
La velocidad y dirección real de los movimientos tiene que ser extraída por el proceso descrito más abajo.
Finalmente, Météo de Francia trabaja en este aspecto y tendrá sus primeros radares polarizados en 2008.
Por lo que otros productos y más tratamientos de datos se han desarrollado para evitar estos inconvenientes.
Cuando se mira la cinética general de una lluvia para extraer el viento a diferentes altitudes, es mejor usar datos relativos al radar.
Téngase en cuenta que la sección después de 120 km se hace usando los mismos datos.
Otra solución a los problemas PPI es producir imágenes de máxima reflectividad en la capar arriba del terreno.
Esta solución es usualmente tomada cuando el número de ángulos disponibles es pequeño o variable.
El Composite asegura que ningún eco fuerte se pierda en la capa, y un tratamiento usando velocidades Doppler elimina los ecos de tierra.
Si uno desea para más largos períodos, puede adicionarse todas las acumulaciones de imágenes durante tal tiempo.
Una carta particularmente importante en ese campo son los "Topes de Eco" para planear vuelos y evitar tiempo peligroso.
Si se usan los datos del más cercano radar, puede atenuarse el paso a través de una tormenta.
Esto va a crear múltiples bandas de ecos fuertes en las imágenes del radar.
Sin embargo, hay picos secundarios de emisión que muestrearán los blancos en otros ángulos desde el centro.
Todo puede minimizarse bajando o quitando potencia enviada a esos lóbulos, pero nunca son cero.
Cuando un lóbulo secundario toca un blanco muy reflectante, como una montaña o una fuerte tormenta, alguna de la energía es devuelta al radar.
Esta energía es relativamente débil pero arriba al mismo tiempo que el pico central, iluminando a un acimut diferente.
Los principales falsos ecos meteo son:[18] Cada uno de ellos tiene sus propias características que hacen posible distinguirlos al ojo entrenado, pero se puede fallar.
Mientras las hojas se siguen moviendo, los ecos tendrán una velocidad dada y confundir por real precipitación.
El costo de una antena mayor, usar klystron y otros equipos más complejos se paga por los beneficios.
Sin embargo, sus operadores deben tener siempre presente y recordar este efecto al interpretar los datos.
Conociendo sus limitaciones, se usan acopladas a la NEXRAD local, pudiendo añadir información al meteorólogo.
Se asume que el haz alcanza los blancos meteo y retorna directamente al radar.
está hecha con los retornos brutos y es difícil de señalar las condiciones meteorológicas.
Tardando 5-10 min para un escaneado completo, muchas cosas pueden perderse sobre el desarrollo de una tormenta.