Durante las guerras napoleónicas sacó provecho de la competencia entre británicos y franceses.
Los primeros terminaron por considerarlo un aliado, entregándole ayuda y elementos militares modernos que él empleo en conquistar la casi totalidad de la isla en 1824.
Radama también procuró introducir elementos culturales occidentales.
Los misioneros introdujeron además una imprenta e idearon una forma escrita de la lengua malgache.
Se suicidó a los 30 años de edad.