[2] La tradición oral y escrita es representada por un grupo de personajes, quienes aparecen en un escenario que representa aldeas mayas, particularmente Kajyub’, la capital regional de los rabinaleb’ en el siglo XIV.
La narrativa se divide en cuatro actos y trata el conflicto entre dos entidades políticas importantes en la región, los rabinaleb’ y los k’iche’, según explica Alain Breton, en su libro Un drama dinástico maya del siglo XV.
Los K’iche’s mantenían, en la época, el dominio político sobre vastas regiones y pueblos.
En la obra, K’ich’e Achí, guerrero de los K’ich’es, es capturado por el guerrero de los Rabinaleb, Rabinal Achí, en las afueras de Kajyub’, cuyo dignatario es Job’ Toj; el guerrero K’ich’e es juzgado y condenado a muerte.
Al tomar parte de la obra, los vivos entran en contacto con los muertos (los rajawales), los antepasados que se representan con máscaras.